miércoles, 30 de septiembre de 2009

Obsesión.

Estoy destruida, desbastada, totalmente. Comencé con mi historia, aquella que tanto estuve esperando a comenzar, la historia de mi personaje preferido...
Todo sería más simple si sólo se tratada de eso, comenzar y seguir escribiendo nada más, pero sin duda alguna me he obsesionado, una hermosa y cruel obsesión que no me deja dar un paso sin pensar en ella, me está matando lentamente, aunque sé que nunca lo hará, no hasta que termine de escribir.
Es como si él mismo me estuviera hablando o llamando desde el fondo de quien sabe dónde y me guiara lentamente a continuar escribiendo, a continuar su historia, eso es, por lo menos lo que yo quiero hacer, pero no puede estar destruyéndome de este modo tan frío, pero así es él, no?
No puedo lograr ver con claridad la historia en mi mente e indudablemente me apoyo más en los sentimientos y emociones que en otra cosa, no puedo verlo, simplemente, pero tampoco puedo parar de mirar, está ahí y lo sé, todo está ahí, en mi mente, aunque yo misma me voy contando la historia cada momento que avanzo, no puedo parar, y me va a matar.
Va más allá de toda lógica. Va más allá de mí, y de él, va más allá de todo, de la coherencia, de la incoherencia, vas aún más lejos, posible mente está en aquel lugar donde nada importa y sólo la obsesión existe, esa obsesión ciega que sólo deja que miremos cuando las cosas ya están hechas, que sólo veamos consecuencias de actos, y eso mismo estoy haciendo, estoy ciega, pero veo, y cuando escribo, mi mente desaparece, pero pienso, simplemente no tiene lógica, nada tiene lógica, porque así es, no?
Así es la obsesión.

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